La vida de Bruno Mars más allá de la música

Música, moda y ron. Podría tratarse perfectamente de un eslogan publicitario pero son los tres mercados en los que ahora se mueve Bruno Mars. El que es considerado como uno de los reyes del pop del siglo XXI que después de diez años sigue llenando en cada uno de sus conciertos ha decidido ampliar su mirada más allá de la industria musical y adentrarse en otros negocios donde explotar su singular personalidad y, sobre todo, su libertad. Si el pasado noviembre sorprendía a sus seguidores con el lanzamiento de su propia marca de ron de alta gama bautizado SelvaRey y destilado en las selvas de América Latina, ahora es su incursión en la moda lo que ha despertado el interés de muchos de sus admiradores. A sus 35 años y bajo el alter ego de Ricky Regal, este polifacético artista ha decidido lanzarse al diseño de la mano de una de las firmas más asentadas del panorama actual, Lacoste, con quien ha firmado una colaboración inspirada “en la pasión por la vida donde se combinan el estilo y la personalidad enigmática de Bruno Mars con el icónico espíritu deportivo de Lacoste”, según el comunicado de la marca francesa.

“Soy muy afortunado por haber recibido peticiones de colaboraciones en el pasado, pero siempre venían con pautas marcadas. Lacoste ha sido la primera y única marca que me ha dicho: ‘Bruno, puedes hacer lo que quieras’. El respeto de tal libertad creativa proveniente de una casa de moda de larga tradición fue un honor”, dice el músico en el mismo texto. Esa autonomía e independencia de la que hace bandera ha sido un objetivo constante a lo largo de su vida.

Nacido en el seno de una familia numerosa y humilde, Bruno, cuyo verdadero nombre es Peter Gene Hernández, empezó su andadura profesional con apenas cuatro años imitando a Elvis Presley, llegando incluso a aparecer con tan solo seis años en Luna de miel para tres (1992), película de Andrew Bergman protagonizada por Nicolas Cage, James Caan y Sarah Jessica Parker. Hijo de Pete Hernández, un percusionista latino de origen puertorriqueño de Brooklyn conocido como Dr. Doo-Wop, y Bernadette Hernández, una vocalista filipina, Bruno Mars y sus hermanos actuaban entreteniendo a turistas en los hoteles de su Hawái natal, con espectáculos en los que imitaba también a su idolatrado Michael Jackson. “Era como una escuela de rock para mí”, declaraba en una entrevista en 2016 en el programa de la CBS 60 minutos el que fue un niño autodidacta que aprendió a tocar el piano, la guitarra, el bajo y la percusión por sí mismo.

Marcado por el divorcio de sus padres con solo 12 años, él y su hermano se quedaron con su progenitor y pasaron muchas dificultades, llegando incluso a vivir en una furgoneta y sobre el tejado de un edificio. Hasta que su padre encontró trabajo en el zoológico de aves Paradise Park y allí se mudaron. “No teníamos baño al principio así que teníamos que cruzar el parque para encontrar uno en mitad de la noche”, recordaba Mars en el mismo programa con nostalgia. Tras acabar el colegio decidió seguir su carrera musical en Los Ángeles donde, tras varios rechazos por parte de la industria, comenzó a producir canciones para otros artistas.

No fue hasta 2010 cuando lanzó su álbum debut Doo-Wops & Hooligans, con el que vendió más de seis millones de copias. Fue nominado a siete Grammy en la 53ª edición de los premios (2011), llevándose el galardón en la categoría Mejor Interpretación Vocal Pop Masculina por Just the way you are. Buena parte de su arrollador éxito proviene, además de sus composiciones, de su carisma en escena. Comparado a menudo con Prince y Michael Jackson, sobre el escenario exhibe unas dotes interpretativas que pocos astros del R&B pueden aspirar a superar. “Algo ocurre cuando Bruno actúa en directo o en un plató de televisión”, declaraba su mánager Brandon Creed a Billboard a raíz del éxito de Unorthodox Jukebox (2012), su segundo álbum que superó los cuatro millones de compactos en todo el mundo.

En Ola celebramos el Día Internacional del Mar

En la 97.9 nos sumamos a la conmemoración del Día Mundial del Mar, que acontece cada 17 de marzo y tiene como objetivo concienciar a la gente de la importancia de los mares.

¿A qué se refieren con el término Mar? Se denomina “Mar” al conjunto del sistema oceánico de la Tierra, que incluye al Pacifico, Índico, Atlántico, Ártico y Sur. Pero el término mar también se emplea para referirse a los cuerpos de agua continentales que se encuentran claramente delimitados, como es el caso del Mediterráneo, el del Norte o el Aral. Generalmente tienen agua salada, pero hay excepciones como el mar de Galilea que tiene agua dulce. La Convención de las Naciones Unidas ha declarado que, toda la masa de aguas oceánicas y marítimas son las que conforman el Mar en su definición más amplia y establece, como prioritaria la necesidad de proteger este sistema de aguas oceánicas y continentales de los numerosos peligros que se ciernen sobre él.

¿Qué problemas afectan al Mar? La proliferación de zonas protegidas en el Mar podría salvar infinidad de vidas y ecosistemas, pero la realidad es que actualmente las áreas marinas protegidas son escasas, una situación que solo cambiará si se destinen fondos suficientes para la investigación, conservación y preservación. Es deseable que cuando llegue este momento aún quede algo por salvar El mayor drama que tiene el Mar son sus vecinos autodestructivos, incapaces de reconocer que también son parte de la biota de la Tierra y que no hay un plan B, si con sus acciones destruyen el planeta. Los tres problemas que El periódico Verde reseña a continuación, no son los únicos, pero sí los de peores consecuencias y todos, son culpa nuestra.

Cambio climático: Este problema es producto de la desidia, negligencia, egoísmo y afán desmedido por consumir y malgastar recursos que tiene el ser humano. Durante demasiado tiempo no se tuvieron en cuenta las posibles consecuencias de las acciones antropogénicas y aún hoy, hay quienes niegan que la aceleración del cambio climático sea culpa nuestra. El cambio climático es la peor y más preocupante amenaza que afecta a la salud de los océanos y del Mar global y se traduce en una suba acelerada de la temperatura y del caudal de sus aguas, así como de sus niveles de acidez y salinidad, además de un descenso acusado de las cantidades de oxígeno disuelto en ellas, indispensable para el mantenimiento de la biota.

Contaminación y plásticos Los plásticos y todo tipo de vertidos de productos químicos y de elementos no naturales, son los responsables del altísimo índice de polución que tienen los mares del planeta. Las “Islas de plásticos” que flotan en los océanos crecen y se multiplican y más y más tóxicos se vierten en sus aguas sin control. Los plásticos asesinos son responsables de la muerte directa de millones de seres vivos: algunos quedan atrapados en redes o bolsas y se asfixian, otros se indigestan o envenenan al confundirlos con alimentos y hemos llegado al punto de que se han hallado microplásticos en el estómago de los seres más diminutos del mar: el zooplancton.

Fuente: Noticias Medio Ambiente